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LA FILOSOFÍA DETRÁS DE 'VEROÍR EL FRACASO ILUMINADO' - ENTREVISTA A MIGUEL A. LÓPEZ
Por Clara
Zaefferer
“Vivimos en
un mundo que nos exige significados claros y definiciones pragmáticas de las
cosas, que quiere poseer y que rechaza la incertidumbre. Volver a la poesía nos
permite entender que conocer no es sinónimo de saber ni dominar, sino de ser
con, de generar tejido y vínculo”.
Miguel A.
López, además de investigador y escritor, es uno de los curadores de arte
contemporáneo más reconocido en la esfera de arte latinoamericano actual.
Enfocado en prácticas relacionadas al arte feminista, el arte colectivo y las
cuestiones de género y sexualidad atravesadas por la política a lo largo de la
historia, López es el responsable de la curaduría de la exposición “Cecilia Vicuña,
Veroír el fracaso iluminado”, presentada por el Kunstinstituut Melly (antes
conocido como Witte de With, Róterdam) y el Museo de Arte Miguel Urrutia (MAMU)
del Banco de la República (Colombia). Anteriormente, la exposición viajó por
ciudades como Madrid, en el Centro de Arte Dos de Mayo; México, en el MUAC, y
finalmente llegó a Colombia, donde se encuentra actualmente. Incluye más de 100
obras de la artista chilena, para la cual López y Vicuña trabajaron mano a
mano, y corazón a corazón, para ser el uno con el otro y lograr juntos esta
extraordinaria muestra retrospectiva que seguirá abierta al público hasta julio
de este año. En esta entrevista, Miguel A. López nos cuenta sobre el proceso de
trabajo con Cecilia.
¿Qué fue lo
que te impulsó a querer trabajar con Cecilia en primer lugar? ¿Cuál fue tu
objetivo al presentarlo al público?
El motor del
trabajo de Cecilia Vicuña es la poesía que existe no solo en forma de palabras
sino también de pinturas, textiles, dibujos, acciones improvisadas, objetos
precarios, intervenciones en el espacio público, performances sonoras y
experiencias que se disuelven en el cuerpo colectivo. Recuerdo que la primera
vez que le propuse hacer la retrospectiva en 2014, en su departamento en Nueva
York, Cecilia soltó una larga carcajada, para luego decir: “¿A quién le podría
interesar mostrar una retrospectiva de una artista como yo?” Y no se equivocaba
del todo porque la respuesta de algunas instituciones importantes a quienes le
tocamos la puerta para proponerles el proyecto en aquel entonces no fue del
todo positiva. Finalmente el Witte de With (hoy Kunstinstituut Melly), cuya
nueva directora desde 2018 era Sofía Hernández Chong Cuy, tuvo la visión de
llevarlo adelante y la inauguramos en Rotterdam en mayo de 2019. Ese impulso
fue fundamental porque además se decidieron en un producir un ambicioso libro
de casi 400 páginas que es el primer libro monográfico dedicado a su obra
visual y que ahora tiene ya tres ediciones. La exposición viajó luego al Museo
Universitario de Arte Contemporáneo (MUAC) en Ciudad de México, al Museo Centro
de Arte 2 de Mayo (CA2M) en Madrid, y actualmente está en exhibición en el
Museo Miguel Urrutia del Banco de la República de Bogotá, donde puede verse
hasta junio de 2022.
Organizar su
retrospectiva buscaba subrayar la manera en que Cecilia siente y vive el arte,
como una experiencia que no se agota en sí misma sino que dispara y fecunda
nuevos espacios de creación colectiva e intercambio mutuo. Su trabajo no son
tanto los objetos terminados sino las relaciones que crea. Me interesaba
reclamar el deseo revolucionario que habita su práctica y preguntarnos dónde
está ese deseo transformador en el arte de hoy. Cecilia es una artista política
situada, lo ha sido desde una adolescente que acompañó los procesos de la
Unidad Popular y el gobierno socialista de Allende, y hoy ella continúa
reclamando el arte como un lugar de apuestas políticas. Es también
impresionante cuan visionaria Cecilia es. Desde los años sesenta, ella entendió
con claridad la urgencia de reclamar por la justicia ecológica y un futuro
basado en la solidaridad interespecie, aun cuando en esos momentos no existía
el lenguaje teórico que tenemos ahora para nombrarlo. De una manera, su trabajo tenía una confianza plena en que
el feminismo, así como la lucha de los cuerpos feminizados, indígenas y
racializados, era lo que permitiría modelar un verdadero futuro emancipado. La
exposición retrospectiva busca hacer énfasis en todo eso y contribuir a
conectarlo con las demandas sociales del presente.
¿Cuál dirías
que fue tu mayor desafío al curar esta exposición de más de cien obras, muchas
de las cuales nunca habían sido presentadas y que recorren tantos años de
trayectoria de la artista?
Un desafío
importante fue cómo crear un balance entre la contextualización histórica y un
montaje que permita conectar emocionalmente con la energía y el deseo que
cargan cada una las piezas. Es importante decir que cuando yo empecé a trabajar
con Cecilia no existía un inventario completo de su obra. A diferencia de hoy,
en aquel momento ella no tenía asistentes, ni archivistas, ni una galería en
Nueva York –donde vive desde 1980– que la representara, por lo cual fue incluso
un reto en términos logísticos poder hacer una lista de obras para la
exhibición. Tuvimos reuniones en Santiago y en Nueva York. Algunas piezas
fueron guardadas con ella por cuarenta años o más y de pronto estábamos allí
abriendo pequeñas cajitas de bambú en cuyo interior encontrábamos dibujos o
textiles impresionantes que eran el testimonio de una América Latina asediada
por la persecución y la dictadura militar. Para mí como curador era clave no
invisibilizar ese dolor y heridas sino señalarlas. Por otro lado, varias obras
que estábamos reuniendo eran vestigios que por mucho tiempo fueron desoídos o
ridiculizados. En sus primeras décadas, su trabajo fue incluso descrito en
términos despectivos cargado de mucha arrogancia y misoginia. Es por eso que
Cecilia ha dicho que la retrospectiva es también los remanentes de una gran
desaparición. Eso estaba también insinuado cuando elegimos el título “Veroír el
fracaso iluminado”.
COMISIÓN DE
LA TATE MODERN A CECILIA VICUÑA
Tate Modern
y Hyundai Motor anunciaron que la artista y poeta chilena Cecilia Vicuña creará
la próxima Comisión Hyundai anual. Vicuña (n. 1948) es quizás mejor conocida
por sus radicales esculturas textiles, que combinan materiales naturales y
artesanías tradicionales. Vicuña, una prolífica artista multidisciplinaria,
explora las preocupaciones urgentes de la ecología, la comunidad y la justicia
social. Su nuevo trabajo site-specific para el Turbine Hall inaugurará el 11 de
octubre de 2022.
Fuente y más
información:
https://es.artealdia.com/Noticias/COMISION-DE-LA-TATE-MODERN-A-CECILIA-VICUNA
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